miércoles, 24 de septiembre de 2008

Asteriona

Y de qué debo pedir perdón, de las fatigas concedidas del personaje zoomorfo que hoy duerme en mí, escondido entre los laberintos de mi sien. Me dedico a retorcer al enemigo. Hambre de muerte, de acabar con las miserias de un tiempo no cronológico que no guarda consigo ningún recuerdo. He puesto las mejillas a tu merced, para que con tu puño las pintes de un color dolor, no tengo miedo, nunca tendré miedo, porque antes atemorizo yo con mis dientes y mi espalda retorcida fuerte y lista para cargar a los muertos.

Los caballos negros siempre me gustaron,
mi café se enfría mientras miro por la ventana.
A veces olvido que no todo tiene perillas.






Skin - You made me red

viernes, 12 de septiembre de 2008

Summer 78, summer 78

Dejar de balbucear pasos supuestos mientras subimos las escaleras. Necesitamos pianos en las esquinas, en los techos, y más teclas que presionar como un último y fugaz escape, mantener los ojitos abiertos y ensordecer al amor que nos visita por las noches. Deja que camine sobre tus pies, que me esconda por entre tus muslos y bajo tu lengua, que me cuelgue de las manecillas de tu reloj, que el tiempo nos dará más tiempo. Que ya he perdido tanto esta mañana, que ya me han perdido tanto durante años, que ya no sé que más puedo perder. Arrastraremos la culpa hasta el final de nuestros días..., no me preocupo ni te preocupas, todo ha sido saldado, todo se nos ha cobrado al nacer. Mordiome el corazón con sus dientes de ira marfil, sangré hasta destellar agonía y falta de criterio, no puedo discernir, no puedo dejar de hacer trizas las últimas y pequeñitas arterias de amor.
Yo sigo y sigo haciendo preguntas, yo sigo visitando a la pequeñita de cinco años, yo espero poder un día levantar los bracitos y sonreir con ganas..., caminar tranquila bajo el sol, sin remordimiento.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Atar de seres


Que el violín destroce la última nota de una canción sin letra que ya murió.
Hoy me hallé viva rasguñando las podridas oportunidades de quienes conservaron la mejor, no había más que esperar, pero nunca termina. Mas sigo luchando desde mis sábanas, respirando fuerte destando cuerdas, armando nudos.








Mientras escucho Clear music, de Nico Muhly.
Al fin me encuentro en palabras nuevas.