viernes, 12 de septiembre de 2008

Summer 78, summer 78

Dejar de balbucear pasos supuestos mientras subimos las escaleras. Necesitamos pianos en las esquinas, en los techos, y más teclas que presionar como un último y fugaz escape, mantener los ojitos abiertos y ensordecer al amor que nos visita por las noches. Deja que camine sobre tus pies, que me esconda por entre tus muslos y bajo tu lengua, que me cuelgue de las manecillas de tu reloj, que el tiempo nos dará más tiempo. Que ya he perdido tanto esta mañana, que ya me han perdido tanto durante años, que ya no sé que más puedo perder. Arrastraremos la culpa hasta el final de nuestros días..., no me preocupo ni te preocupas, todo ha sido saldado, todo se nos ha cobrado al nacer. Mordiome el corazón con sus dientes de ira marfil, sangré hasta destellar agonía y falta de criterio, no puedo discernir, no puedo dejar de hacer trizas las últimas y pequeñitas arterias de amor.
Yo sigo y sigo haciendo preguntas, yo sigo visitando a la pequeñita de cinco años, yo espero poder un día levantar los bracitos y sonreir con ganas..., caminar tranquila bajo el sol, sin remordimiento.

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